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Kioto, Japón. En este callejón adornado con rosas, el aire está saturado del aroma centelleante de las flores en su pleno florecer. Escondida al final, se encuentra la entrada a un sorprendente jardín japonés, predominantemente mineral, donde piedras, grava y madera trazan el camino de la vida. Una simulación de desnudez que da paso a un viaje interior. Como si estuviera suspendida entre dos mundos, la mente está en otro lugar. En busca de la iluminación.
La inspiración de SONIA Me inspiré en los asombrosos jardines secos de Japón. Los he transformado en una traducción olfativa soñadora, donde las sensaciones son tan palpables como los elementos minerales y vegetales que componen el jardín.
NOTAS Kumquat, Bergamota, Nuez moscadaRosa Alba, Peonía, AlmizcleAmbroxan, madera de arce
